jueves, 12 de enero de 2012

"La casa encendida"

Este poeta de verso ancho como una respiración en calma, y un modo de decir con lo sencillo un universo completo, estrella por estrella.
Aquí os dejo una breve reseña sobre él y su poemario más conocido: la casa encendida.

LUIS ROSALES
“LA CASA ENCENDIDA”

“La muerte no interrumpe nada”



La mayoría de los poetas se han nutrido de la experiencia para crear sus obras; y todo poema tiene algo de anecdótico y vivencial. Pero en la poesía de Luis Rosales, y concretamente en su obra “La casa encendida”, la experiencia no sólo nutre el verso, sino que se convierte en el hilo conductor del poema.

Por eso creo conveniente, sino hablar de ello, al menos citar los dos pilares que marcaron para siempre a este poeta granadino, nacido en 1910:
Uno es la figura del padre, con quien Luis mantenía una estrechísima relación, y que es personaje principal de “La casa encendida”.
El segundo hecho fue la muerte, a causa de la guerra, de los dos maestros y amigos: Federico García L. Y Joaquín Amigo. Tras estas pérdidas, Luis Rosales afirmó que había dejado de creer en la sociedad y en la política.

A partir de entonces, su poesía dio un giro completo, dejando a un lado los poemas y rimas, como el que conformaban su primer libro: “Abril” para dar paso a una poesía de introspección, una poesía narrativa y coloquial, que se manifiesta en la que será su obra más representativa: “La casa encendida”. Poemario que se presenta como un monólogo dramático, a través del cual el poeta explora todos los rincones de su memoria - memoria que, el mismo Rosales llama: “la palabra del alma”-.  Aparecen así en la obra recuerdos de familiares y amigos, de su entorno doméstico y de la guerra.

“La casa encendida” es un poema narrativo, donde el poeta consigue hacer de la experiencia - de la anécdota - un símbolo. Así observamos en la obra un ingenio descriptivo, creado a partir del lenguaje coloquial, logrando un prosaísmo donde alterna la primera y segundo persona – permitiendo mostrar los distintos planos de una misma visión – introduciendo al lector en un mundo entre lo real y lo ficticio, convirtiéndolo en un espectador de los acontecimientos.
Unido todo esto a un dominio absoluto del lenguaje, que se manifiesta tanto en la creación de nuevos términos, como en la  capacidad de otorgarle un nuevo significado a los ya existentes. Así encontramos ejemplos como:

-          Neologismos: señorumbre, tempranería
-          Adjetivaciones: ese veneno esdrújulo, hablaba poco y pajarito.
-          Adverbializaciones: ochentaytantamente.

Ejemplos que se unen al fraseo reincidente de los versos y que le dan al poema su ritmo propio y particular del autor, y al amplio abanico de metáforas, donde hasta lo más sencillo se convierte en protagonista.

“La casa encendida” es entonces, un poema autobiográfico y vivencial, donde el poeta busca entre sus recuerdos un poco de luz, símbolo de su esperanza, todavía latente, a pesar de todo.

Luis Rosales es, entonces, el poeta de la palabra y la memoria; un poeta que nos dejó una obra cálida e íntima, como una casa encendida. 

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